viernes, 12 de julio de 2013

Estar dispuesta a... ¿TODO?

  Volví hace algo más de una semana de mi viaje y he debido tomar decisiones que para mí son, realmente, importantes. Decisiones que no me han sido fáciles porque optar por una cosa implica dejar otra y  porque en la toma de decisiones he debido sopesar que es lo más importante para mí,  pero al tomar estas decisiones intente llevar a mi vida cotidiana las lecciones que he aprendido y  que en el día a día voy re-definiendo.  La que hoy se hace más latente es esta:

Mientras estuve en Venezuela me enfrente a este relato “En cierta ocasión 3 hombres se acercaron a Jesús con la intención de seguirlo, uno por uno manifestó su intención y Jesús les dio una respuesta que de seguro no esperaban  Al primero dijo: Los hombres (o mujeres) no tendrán donde poner la cabeza; al segundo dijo: No entierres a tu padre, ve y predica el evangelio; al tercero le dijo: No te vayas a despedir de los que están en tu casa”.(Lucas 9: 57-62). 

  Al leer esto yo me dije a mi misma: ¿Eso le respondió Jesús a estos hombres que estaban dispuestos a seguirlo? ¿Acaso Jesús se contradice? ¿No es este el mismo Jesús qué dice que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos y más aún como el mismo nos amó? Si para seguirlo debo abandonarme a no suplir mis necesidades… ¿cómo amaré a otros como a mí misma? Si para seguirlo debo dejar a mis padres y a los de mi casa… ¿Cómo amaré a mi prójimo? ¿No son mis padres y mis seres queridos mis prójimos más cercanos a los que debo amar?

  Entonces replantee lo siguiente: Al primero le dijo que no supliría sus necesidades, pero Lucas 12 (22-31) dice que nuestro Padre sabe de qué tenemos necesidad, así que nosotros no nos preocupemos; sino que busquemos su reino y su justicia y lo demás será añadido. Conclusión: Jesús no se puede estar refiriendo a que al seguirle necesariamente estará desamparado y sus necesidades básicas no serán suplidas. Al segundo le dijo que no fuera a dar sepultura a su padre, pero Efesios 6 (2 y 3) dice que se debe honrar a los padres y que este es el primer mandamiento que tiene una promesa añadida (tener larga vida). Y sabemos que dar sepultura, en esa cultura y en la nuestra es honrarlos. Conclusión: Jesús no puede estar refiriéndose a que deshonre a sus padres o los abandone. Al tercero le dijo que no se fuera a despedir de los de su casa para que anunciara el reino, pero debemos proveer para los de nuestra casa primero, ejemplo de ello es lo que dice 1° Timoteo 5 (8), refiriéndose al apoyo económicos, si alguien da ofrenda al templo y no provee primero para los suyos es un hipócrita. Conclusión: Jesús no puede estar refiriéndose a que debe ver por los demás antes que por los de su casa.

¿Qué quería decir Jesús? Y fue cuando recordé que en los versículos anteriores los discípulos discutían sobre quién era el mayor y Jesús intento que ellos entendieran qué era ser su discípulo, entonces lo de estos tres personajes no era diferente. Si querían seguirlo (ser sus discípulos) debían entender algo y eso era “Que aquel que mira atrás al poner la mano en el arado nos sirve para el reino” (Luc 9:62) “Que aquel que no deja TODO no puede ser su discípulo” (Luc 14:33).

 ¡Rayos! (Pensé), quiere que lo deje TODO… y recordé: “Donde está su tesoro está su corazón”. Jesús no les dice eso porque se deba dejar a los seres queridos y debamos ser mendigos por la tierra, sino porque Él los confronta con aquello que es su tesoro. Esas cosas eran lo que estaba en primer lugar en sus corazón. Ellos no podían servir para el reino y ser discípulos, no porque fueran discriminados, sino porque si Jesús no es lo primero en el corazón, simplemente, estaremos limitados para ser verdaderamente sus discípulos.

  Esto me puso en la siguiente encrucijada: Donde está mi tesoro esta mi corazón ¿Cuál es mi tesoro? ¿Qué habría dicho yo si hubiera sido uno de ellos? ¿Qué ocupa el primer lugar en mí corazón?... y me dije: ¿Cómo puedo saber eso? y automáticamente me respondí: Sin considerar a  Dios en esta pregunta ¿Qué es aquello que no quisiera dejar nunca? Eso es lo primero en mi corazón… lo supe enseguida, creo que durante toda mi lucha con el texto lo supe y aun así me sentía sorprendida y avergonzada de que el primer lugar  en mi corazón no lo tuviera Jesús.

  Pero hay algo que realmente me animó y que hoy me llena de esperanza. La palabra no dice si estos tres estuvieron dispuestos a dejar TODO para que Jesús tomara el primer lugar, pero sí dice en el capítulo siguiente (Luc 10) que 70 personas SÍ estuvieron dispuestas a dejarlo todo.

  Al volver a Chile hubo una decisión más difícil que todas las otras y lo fue porque tenía que ver con aquello que en mi enfrentamiento con el texto había descubierto que ocupaba uno de los primeros lugares. No fue fácil decidir en actos concretos que Jesús tomará el primer lugar y sé que a lo largo de la vida deberé seguir decidiendo por Jesús (y no con menos dificultad) en eventos a destacar (como lo fue este para mí) y sobre todo en la vida cotidiana.

  Pero cuando esos 70 estuvieron dispuestos Jesús les dijo y nos dice hoy: (Luc 10:2) “La necesidad es mucha y los dispuestos son pocos, pero oren al Señor para que envíe a más que estén dispuestos”. Oremos, para que envíe a más, oremos para que nos envíe, oremos para que estemos dispuestos. Oremos para que Jesús tenga el primer lugar en nuestros corazones.





“Donde está mi tesoro
 esta mi corazón”

 “Donde está tu tesoro 
esta tu corazón”

2 comentarios:

  1. Uf, en cierta manera al leerte, es un reflejo de mis procesos también.
    Soy testigo de lo que Dios ha obrado y seguirá haciendo a través de ti.
    Oremos, que el siga re-orientando nuestras vidas y re-definiendo lo valioso!

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  2. ¡Gracias Verónica! El EFO'13 fue el espacio donde Jesús nos desafió a dejar "cosas" y "tomar" otras... Así andamos... Yo estoy asombrada, en realidad sí. A veces (o siempre) es difícil dejar aquello que quitaba el primer lugar a Jesús en nuestra vida, pero qué gratificante es saber que es posible que ya estamos en ese proceso... ¡Qué el Padre nos ayude!

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